Los beneficios fiscales de una FIBRA (Fideicomiso de Infraestructura y Bienes Raíces) privada son los siguiente:
Tratamiento fiscal preferencial: los inversionistas en FIBRAS privadas pueden obtener beneficios fiscales similares a los de una FIBRA pública, como la exención de impuestos sobre la renta para el fideicomiso y el pago de dividendos exentos de impuestos.
Posibilidad de diferimiento de impuestos: los inversionistas en FIBRAS privadas pueden diferir el pago de impuestos sobre las ganancias de capital hasta que decidan vender sus valores de la FIBRA.
Menor carga fiscal: al ser una FIBRA privada, los inversionistas pueden tener mayor flexibilidad para estructurar el fideicomiso y reducir la carga fiscal.
Flexibilidad en la gestión: los administradores de una FIBRA privada pueden tener mayor libertad para tomar decisiones de inversión y gestionar el fideicomiso, lo que puede llevar a una mayor rentabilidad.
Privacidad y confidencialidad: los detalles de una FIBRA privada, como la identidad de los inversionistas, pueden mantenerse en privado, lo que puede ser beneficioso para aquellos que buscan mantener su inversión confidencial.
Menores requisitos regulatorios: una FIBRA privada puede estar sujeta a menos regulaciones y requisitos que una FIBRA pública, lo que puede reducir costos y tiempos de gestión.
Es importante señalar que los beneficios fiscales pueden variar dependiendo de la estructura específica de la FIBRA, de las leyes fiscales aplicables y de la situación particular de cada inversionista. Es recomendable que los inversionistas consulten con asesores fiscales antes de tomar decisiones de inversión en FIBRAS privadas.
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